Avales Técnicos y Económicos

Un aval es una operación de garantía en la que una entidad, que figura como aval, se compromete a cumplir una obligación suscrita por una empresa, avalada, en este caso, ante un beneficiario o tercero. 

Este modelo no es una operación de financiación y contiene una variedad de obligaciones de garantía, tanto la participación en concursos o licitaciones, ejecuciones y otras muchas más. 

Es la emisión de un contrato de aval por parte de un actor que puede ser una compañía aseguradora o una entidad financiera. Y ese documento avalista debe ser entregado por el avalado a un tercero, beneficiario en concepto de garantía.

Dicho aval tiene una vigencia determinada y dejará de cumplir su función una vez alcanzada su fecha de vencimiento, salvo casos expresos de avales indefinidos. En este supuesto, el aval deja de tener validez en cuanto se devuelva el documento a la entidad emisora.

En los avales financieros, la entidad adquiere el compromiso de entrega de capital en el supuesto de que la empresa avalada no lo cumpla. En el caso de los avales técnicos, son conceptos en que la entidad responde de obligaciones distintas al pago de una cantidad económica, como podría ser la participación en concursos o licitaciones, la ejecución de obras, el suministro de materiales, el buen funcionamiento de los bienes vendidos o en supuestos de recursos administrativos.

Tanto empresas financieras como empresas aseguradoras pueden solicitar avales.  En el caso de las entidades financieras se requiere de la solicitud de una pignoración dineraria en función de la solvencia de la empresa, mientras que en el caso de las entidades aseguradoras se solicita el pago de una prima periódica en función del riesgo asumido.

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Ventajas de los avales técnicos y económicos

  • Condiciones económicas favorables.
  • Plazos muy variados, desde 1 año hasta indefinido.
  • Contratable en entidades financieras alternativas
  • Ofrece garantías ante operaciones comerciales.